Si lo deseas, te recomiendo veas el siguiente vídeo sobre la conversión de ex-pastor a la Iglesia Católica:
También puedes leer el siguiente testimonio de conversión:
Afirmación V: Es verdad bíblica que la Iglesia de Cristo es universal.
Vemos un sinnúmero de iglesias y sectas que aseguran ser la de Cristo, pero que surgieron los otros días y apenas abarcan una ínfima parte del cristianismo. Se entiende que si es verdad bíblica el que Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen a la plenitud de la verdad, él no va a conformarse con dos o tres individuos. Dios, el Dueño y Señor de toda la creación, el que tiene en sus manos el destino histórico de la humanidad, lógica y razonablemente, hará todo lo necesario para que la verdad del Evangelio llegue al mayor número posible de seres humanos tanto en espacio (por todo el mundo) como en el tiempo (en todas las épocas).
Argumento A: Es verdad bíblica que Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen a la verdad total (1Timoteo 2, 4). Luego, si para ello funda una sola Iglesia, es de suponer que esta ha de ser universal, es decir, para todo el genero humano, en todo el mundo...
1. Espacio: se refiere al lugar, sitio que ha de extenderse la totalidad de la Iglesia con sus diferentes lenguas, culturas, etc.
Prueba 1: "...vayan y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos." (Mateo 28, 19).
Prueba 2: "Vayan por todo el mundo y anuncien la Buena Nueva a toda la creación" (Marcos 16, 15).
Conclusión: Según esta verdad bíblica, la Iglesia de Cristo tiene la misión, responsabilidad y obligación de llevar la Buena Nueva hasta el último rincón de la tierra (Hechos 1). Ahora bien ¿cuál entre tantas ha cumplido y cumple con el deseo de Cristo desde que Él la fundó? Gran pregunta, pero a la misma vez fácil de responder.
Argumento B: ...en todos los tiempos hasta el fin del mundo.
1. Tiempo: se refiere a las diferentes épocas desde su fundación e ininterrumpidamente hasta la actualidad y hasta la segunda venida de Cristo.
Prueba 1: "Yo estoy con ustedes todos los días hasta que se termine este mundo" (Mateo 28, 20b).
Conclusión: La promesa de Cristo es clara y tajante. No permite, pues, el afirmar y enseñar, como hacen o insinúan ciertos grupos de sectas, que la Iglesia que Cristo fundó con el tiempo se corrompió y se apartó de la verdad, por lo que Cristo ante esta primera derrota se vio obligado a buscarse otros hombres para fundar, corregir y mantener lo que él no pudo hacer; pero sucede que, según esta mentalidad promovida y enseñada por las sectas en general, Cristo se vio obligado a hacerlo una gran cantidad de veces ante el surgimiento, día a día, de nuevas sectas que se dicen ser la verdadera Iglesia de Cristo y que vienen a sustituir la que fracasó.
Pobre Espíritu Santo, pues, se ha equivocado ya tantas veces que debe estar cansado y abochornado de estar fundando tantas iglesias.
Según la verdad bíblica, la Iglesia de Cristo tiene la misión, responsabilidad y obligación de llevar la Buena Nueva desde el momento que se le encarga dicha misión a través de los años hasta el Juicio final.
Sólo la Iglesia que Cristo fundó hacen dos mil años (dos milenios) ha podido cumplir con este encargo y deseo de Jesucristo. Por lo que otra de las notas distintivas de la verdadera y única Iglesia de Cristo es su UNIVERSALIDAD.
Entonces, la gran pregunta es ¿cuál iglesia ha logrado cumplir y llevar a cabo la misión de predicar el Evangelio desde Jesucristo hasta el día de hoy?
Afirmación VI: Es una verdad que se puede deducir de la Biblia el que la Iglesia de Cristo es visible.
Había una vez una persona que se dedicaba a escalar montañas, y su experiencia era tal que se las daba de muy versado en la materia.
En una de sus expediciones, y creyéndose capaz de subir a la cumbre de una de las más altas y peligrosas montañas de la tierra, quiere demostrar que es capaz de realizar tal hazaña solo, es decir, sin ayuda de nadie.
Pues bien, comienza a subir, y según iba subiendo empezaron a presentarse situaciones que le fueron atrasando el ascenso, tanto así que antes de llegar a la cima ya se había hecho de noche. Ante el peligro que ello representa, decide detener su marcha y comienza a buscar un lugar seguro donde pasar la noche.
Ante la poca luz de su linterna no se percata de que donde está pisando es muy inestable, así que, el suelo se desprende bajo sus pies y comienza a caer en el vacío.
Mientras iba en bajada se acordó de que hay un Dios y comienza a pedirle y suplicarle que si lo libraba de esa muerte segura cambiaría de vida. En eso sintió un fuerte estirón que lo haló hacia arriba volviendo a caer hasta detenerse completamente. Y es que, por gracia de Dios, se había enganchado antes de caer en el vacío.
Como no podía ver, puesto que en la caída había perdido su linterna y no viendo donde estaba y ante el enorme frío que ya comenzaba a sentir, puesto que estaba haciendo un fuerte viento, continuó orando y pidiendo a Dios que lo librara de ese peligro.
De repente siente como que alguien le dice: «Toma el cuchillo y corta la soga». Pero como no podía ver donde estaba, no le hizo caso a dicha voz y continuó orando hasta que volvió a escuchar la misma voz pero como que más débil: «Toma el cuchillo y corta la soga». Pero él, muy inseguro no quiso arriesgarse a hacerlo. Según transcurrían las horas el viento arreciaba y la temperatura bajaba, como consecuencia el hombre comenzó a debilitarse, pero continuaba orando hasta que volvió a escucharse la misma voz, pero sumamente débil, pero clara: «Toma el cuchillo y corta la soga».
Al otro día, al amanecer salió una expedición hacia la cumbre de la montaña. Después de horas de camino se encuentran con la escena: un hombre muerto colgando de una soga a pocos pies del suelo.
Comentario. Quizás alguno pensará que ante la incertidumbre y el no poder ver donde se encontraba, también hubiese hecho lo mismo. Pero si razonamos conforme la realidad del momento: colgado de una soga en la oscuridad de la noche; un viento frío que va congelando todos los miembros del cuerpo; y ante la enorme posibilidad y seguridad de que se va a morir por congelamiento, como persona de fe uno se hubiese
arriesgado, haciendo caso de la voz, y cortado la soga.
Así pues, la Iglesia es esa soga que detiene nuestra caída en el abismo sin fondo de los vicios y desordenes del mundo que nos llevan a apartarnos de Dios. También es la voz que nos invita a cortar todo lazo y vínculo con el mundo, la carne y Satanás que poco a poco van congelando las conciencias en el mal de todos aquellos que continúan y quieren seguir atados a ellos.
¿Cómo, entonces, la Iglesia va a ejercer eficazmente su misión salvadora, presentando y dando a conocer al Salvador del mundo conforme la verdad total, si no puede ser identificada adecuada y correctamente por los hombres?
Argumento A: Si la Iglesia de Cristo debe predicar el Evangelio a todo el mundo en todos los tiempos, ésta tiene que ser visible para que esa Buena Nueva pueda ser fácilmente identificable por los hombres.
Prueba 1: Otra de las cualidades o características de la verdadera y única Iglesia de Cristo es que no es algo abstracto, invisible, puramente espiritual, sino que es un organismo vivo, visible, que se puede identificar tanto en la actualidad como en cada etapa de su historia desde los apóstoles. Su predicación ha sido clara y precisa, sin tapujos ni contradicciones. Así, los grandes concilios, documentos oficiales y el anuncio del Evangelio por la vasta cantidad de hombres y mujeres que con sus palabras, escritos, y sobre todo, testimonios, han predicado de un modo eficaz y claro la Buena Nueva de Salvación. Dar un simple vistazo a la historia, sin prejuicios ni fanatismos, es un claro ejemplo de esa predicación viva y vivida en el seno de la Iglesia.
Argumento B: La Iglesia que Cristo fundó es visible para que pueda ser fácilmente reconocible e identificable. Y es que cada uno de sus miembros es un reflejo viviente de la presencia de Dios en el mundo.
Prueba 1: "Ustedes son la sal de la tierra. Y si la sal se vuelve desabrida, ¿con qué se le puede devolver el sabor? Ya no sirve para nada sino para echarla a la basura o para que la pise la gente...
Prueba 2: Ustedes son luz para el mundo...
Prueba 3: No se puede esconder una ciudad edificada sobre un cerro...
Prueba 4: No se enciende una lámpara para esconderla en un tiesto, sino para ponerla en un candelero a fin de que alumbre a todos los de la casa.
Prueba 5: Así, pues, debe brillar su luz ante los hombres, para que vean sus buenas obras y glorifiquen al Padre de ustedes que está en los Cielos"(Mateo 5, 13-16).
Quién crea pertenecer a la verdadera y auténtica Iglesia de Jesucristo tiene ante Dios y ante el mundo la grave pero a la misma vez dichosa responsabilidad de ser un ejemplo vivo del Evangelio de Jesús. Hay de los cristianos que por una u otra razón se desentienden de su deber como bautizados y, más grave aún, si su vida es de escándalos desprestigiando, como dice San Pedro, el camino de la verdad. Dichoso, feliz, verdaderamente libre el cristiano que conoce, propaga, defiende y, sobre todo, vive y da testimonio de su fe; su recompensa, dice el Señor, será grande en el Cielo.
Conclusión: Para que la Iglesia pueda, en sus miembros, ser sal y luz para el mundo, debe iluminar con el resplandor de su presencia. El mismo ejemplo dado por Cristo de que no se puede esconder una lámpara encendida o una ciudad edificada en un cerro, lo mismo la Iglesia que como llama encendida debe iluminar al mundo, y como una casa, un hogar que debe estar abierto para que los hombres, al identificarla, puedan entrar en ella.
Argumento C: La Iglesia de Cristo es visible porque también tiene entidad propia.
Prueba 1: La misma estructura y composición de la Iglesia en la que sus miembros forman la parte importante de la vida y misión de ella, la hacen ver como una institución bien organizada y estable.
Tanto es así que Scott Han al interpretar la Biblia desde la alianza, sin darse cuenta, había dado con la clave para identificar la verdadera Iglesia de Cristo. Veamos la continuación de su testimonio después de especificar las diferentes etapas en las que Dios entabló una alianza con los hombres:
"Estaban tan entusiasmados... (los estudiantes) ¡Ahora la Biblia tenía sentido!
Un estudiante preguntó: «¿Qué forma tiene esta familia mundial?»
Dibujé una gran pirámide en el tablero, explicando: «Sería como una familia extendida por todo el mundo, con diferentes figuras paternas a cada nivel, encargadas por Dios de administrar su amor y su ley a sus hijos».
Uno de mis estudiantes católicos comentó en voz alta: «Esa pirámide se parece a la Iglesia católica, con el Papa en la cima».
«¡Oh no!», repliqué rápidamente. «Lo que yo les estoy dando aquí es el antídoto del catolicismo». Eso era lo que yo en verdad creía o al menos trataba de creer. «Además, el Papa es un dictador, no un padre».
«Pero Papa significa padre».
«No, no es así» Me apresuré a corregir.
«¡Sí es así!», respondió en coro un grupo de estudiantes.
Está bien; así que los católicos tenían otro punto correcto. Pude admitir esto, a pesar de que me sentía asustado. ¡No sabía lo que se me venía encima!
A la hora del almuerzo una de mis estudiantes más listas se me acercó, en representación de un pequeño grupo que estaba en la esquina de atrás, para anunciarme: «Hemos hecho una votación, y el resultado es unánime: nosotros pensamos que usted se convertirá en católico romano».
Me reí, más bien nervioso. «¡Eso es una locura!». Escalofríos me subían y bajaban por la espalda. Ella, manteniendo una sonrisa pícara, cruzó los brazos y volvió a su asiento" (Roma Dulce Hogar, pág. 49).
Prueba 2: "Jesús les propuso otro ejemplo: «El Reino de los Cielos es semejante al grano de mostaza que un hombre sembró en su campo. Este grano es muy pequeño, pero, cuando crece, es la más grande de las plantas del huerto y llega a hacerse arbusto, de modo que las aves del cielo se posan en sus ramas»" (Mateo 13, 31-32).
La Iglesia, por ser obra de Dios es divina y santa haciendo que sus miembros participen, por la gracia santificante, de la filiación y naturaleza divina, llegando a ser santos ante Dios (dijo Jesús: «Sean santos como vuestro Padre es santo.»). Y humana, porque está compuesta de seres humanos débiles y pecadores. De esta manera la Iglesia acoge, recibe a los hombres para, purificándolos, llevarlos de la mano a la identificación con Dios.
Conclusión: La Iglesia de Cristo es como una madre que acoge a sus hijos, los alimenta y les enseña la verdad de Dios. Su misión es mostrar al mundo el amor de Dios revelado en su Hijo Jesucristo. Para ello debe dejarse sentir, dejarse ver, dejarse tocar, dejarse escuchar para que los hombres puedan "gustar y ver lo bueno que es el Señor". Si la Iglesia fuera invisible, ¿dónde está? ¿Cuál es su tarjeta de identificación para que pueda ser identificada como la portadora del mensaje de Salvación y no cualquier mensaje de los muchísimos que hay, sino el autentico, el verdaderamente revelado por Dios?
Argumento D: La Iglesia es el Nuevo Pueblo de Dios, adquirido con la sangre de su Hijo Jesucristo; y como pueblo, entidad que puede ser vista y señalada.
Prueba 1: “Tened cuidado de vosotros y de toda la grey (Iglesia), en medio de la cual os ha puesto el Espíritu Santo como vigilantes (obispos) para pastorear la Iglesia de Dios, que él se adquirió con la sangre de su propio Hijo” (Hechos 20, 28).
La Iglesia aquí es presentada no como algo abstracto e invisible, sino como una entidad con personalidad propia, pues se refiere a todos los que, perteneciendo a ella han sido redimidos por la sangre de Cristo.
Ahora bien, esa Iglesia no es una entidad destrozada por el veneno de la división (como muchos pretenderán defender que así es para justificar lo de la Iglesia invisible), sino una Iglesia que marcha unida como un solo pueblo, realidad ésta que la misma Biblia se encarga de manifestar, enseñar y defender.
Prueba 2: “Pero vosotros sois linaje elegido, sacerdocio real, nación santa, pueblo adquirido, para anunciar las alabanzas de Aquel que os ha llamado de las tinieblas a su admirable luz vosotros que en un tiempo no erais pueblo y que ahora sois el Pueblo de Dios, de los que antes no se tuvo compasión, pero ahora son compadecidos” (1Pedro 2, 9-10).
Si la Iglesia está compuesta por hombres, mujeres y niños redimidos por la sangre de Jesucristo, y todos formamos el Pueblo de Dios, este Pueblo llamado a proclamar las maravillas y tesoros de esa redención debe ser un organismo, a parte de vivo también visible y fácil de identificar, y esa identificación se da sólo en la unidad.
Afirmación VII: Unidad de la Iglesia de Cristo: Columna fundamental para que el Evangelio sea conocido y aceptado por todos los seres humanos, y la verdad llegue íntegra y en su totalidad a cada hombre y mujer del mundo entero.
Un hombre tenía dos caballos, y se le ocurrió amarrarlos con la misma soga. Por un extremo amarró a uno y por el otro extremo amarró al otro. El dueño de los caballos trajo y colocó la comida pero a ambos extremos, de tal modo que cuando un caballo quería comer, el otro caballo lo halaba en su intento de poder consumir su propio alimento. Y así estuvieron un largo rato sin poder llegar a sus respectivos alimentos.
De repente, uno de los caballos deja de halar, se voltea y se dirige a donde está el otro caballo, pudiendo ambos comer del mismo alimento. Una vez se agotó la comida, ambos caballos se dirigen al otro lugar de alimento y comienzan juntos a consumirlo. De esta manera pudieron, ambos caballos, comer sin ninguna dificultad.
Una de las causas que lleva a ciertas instituciones, grupos, movimientos... a fracasar es cuando parte de sus miembros comienzan a halar cada uno para su lado conforme sus propios intereses y conveniencias. Esta actitud es la que llevó -y continúa llevando- a que el Protestantismo y las iglesias ortodoxas se hayan desmembrado destruyendo en sí mismas la unidad. No así la única y verdadera Iglesia fundada por Jesucristo, que a pesar de los terribles embates de las fuerzas del infierno no han logrado dividirla ni destrozarla.
Mientras en el protestantismo todos los días surge una secta nueva e independiente de las demás, con enseñanzas distintas a las demás aunque dicen estar apoyadas en la Biblia (verdadera y terrible contradicción), en el seno de la Iglesia Católica Apostólica y Romana surgen grupos, movimientos, ordenes religiosas... pero manteniéndose bajo el amparo y guía, dirección y autoridad de la Iglesia, dando verdadera muestra de que la Iglesia sí vive y cumple con el deseo de Cristo y de la enseñanza bíblica de la unidad.
A ella es a quien deben mirar los que ven en el cristianismo, como signo de contradicción, la división que sufre y que marca negativamente su fiabilidad. La división interna del cristianismo es signo de las múltiples actitudes humanas que prefieren acogerse a sus propios criterios e intereses y no a los de Dios. Mientras la Iglesia Católica, en su unidad universal (unidad formal [doctrina, moral y espiritualidad] y unidad material [espacio y tiempo]) es signo, es luz, seguridad y firmeza, estabilidad y certeza de que quienes buscan la verdad total tienen la total y absoluta garantía de hallarla en ella.
Argumento A: La unidad de la Iglesia es un deseo expresado y querido por Jesucristo.
Prueba 1: "No ruego solamente por ellos, sino también por todos aquellos que por su palabra creerán en mí. Que todos sean uno como Tú, Padre, estás en Mí, y yo en Ti. Sean también uno en nosotros: así el mundo creerá que tú me has enviado. Esa gloria que me dis-te, se la di a ellos para que sean uno como Tú y Yo somos uno. Así seré yo en ellos y tú en mí, y alcanzarán la unión perfecta. Entonces el mundo reconocerá que tú me has enviado, y que a ellos les has dado el mismo amor que a mí me distes" (Juan 17, 20-23).
La unidad de la que Cristo habla es una total y esencial, es decir, que todos los que van a escuchar y recibir de los apóstoles y demás predicadores de la Buena Nueva, y van a aceptarla como norma y guía de
sus vidas deberán permanecer unidos bajo una misma entidad, la cual va a poseer la plenitud de la verdad revelada. Por lo tanto, esta entidad deberá ser una imagen y reflejo claro de la unidad Trinitaria. Así el mundo viendo, podrá creer.
Ahora bien, ¿por qué el mundo hoy en día no cree?
Argumento B: Es un deseo expreso de Dios de que haya unidad de doctrina en su Iglesia.
Prueba 1: "Uno es el Señor, una la fe, uno el bautismo. Uno es Dios, el Padre de todos, que está por encima de todos, y que actúa por todo y en todos.
La meta es que todos juntos nos encontremos unidos en la misma fe y en el mismo conocimiento del Hijo de Dios, y con eso se logrará el Hombre Perfecto, que, en la madurez de su desarrollo, es la plenitud de Cristo" (Efesios 4, 3-6.13-14).
La verdad es clara. Si existe un solo Señor, ha de existir, por lógica, una sola fe la cual desemboca y a la misma vez surge del conocimiento del Hijo Único de Dios. Esta verdad nos debe llevar a la conclusión de que sólo puede existir una sola y única religión revelada por el único y verdadero Dios. Para los cristianos es la revelada por Su Hijo.
Para que entendamos esta verdad, analicemos lo siguiente: Aunque no podamos dar una definición exacta de Dios, debido a lo limitado del lenguaje humano con respecto a las verdades sobrenaturales, podemos entender que en Dios no se dan ni posee en su naturaleza nada, absolutamente nada material: Dios es espíritu puro. De lo contrario, Dios sería un ser limitado por la contingencia (por lo que cambia, por lo que hoy es y mañana no es, por lo que nace y muere, en fin, por las limitaciones e imperfecciones de las criaturas). Por lo tanto, este dios no puede existir, sólo existe en la mente y la imaginación de quienes nunca han oído hablar del verdadero Dios o de quienes han oído hablar de Él, pero le rechazan por conveniencias personales.
Dios, por lo tanto está fuera de toda definición y representación natural que el ser humano pueda darle y atribuirle.
Por consiguiente, Dios no encaja en ninguna definición que las religiones animistas y puramente filosóficas han hecho de Él. Dios, como Creador y sustentador trasciende toda definición tomada de las criaturas.
Así pues, el verdadero Dios no encaja en ninguna forma de religiosidad animista (como se da en religiones africanas), ni en el politeísmo (como se da en las religiones orientales), ni en el panteísmo donde es reducido a una pura manifestación de la creación. Dios no es una forma de deidad de la naturaleza como creían antiguamente muchos pueblos, y siguen creyéndolo hoy otros tantos. Dios no es una deidad regional o planetaria (como creen algunas sectas que cada mundo tiene su propio dios, algo así parecido a la película AVATAR). Por fuerza y por lógica, estas formas o representaciones de Dios son del todo falsas.
Quienes así piensan están absolutamente equivocados en su concepto de Dios, pues su concepto de Dios a las claras se ve que parte de ideas puramente humanas. Sólo las definiciones monoteístas son las que más se acercan a la realidad de lo que es Dios: *El Ser que existe por sí mismo; *El Eterno *El Increado y nunca dejará de existir *El Inmutable (que no cambia) *El Omnipotente y Omnisciente (que lo puede todo y lo sabe todo); *El Creador de todo cuanto existe, y nada escapa a su poderío; *Espíritu Puro sin nada de imperfección y sin nada de elementos físicos o contingente; *La Verdad Absoluta, por lo que las verdades relativas son puras fantasías e invenciones humanas para no admitir ni aceptar la pura Verdad.
Pero todas estas definiciones (y otras más) están limitadas y son imperfectas debido a nuestro lenguaje humano cargado de tantas imperfecciones. Pero aun así, nos ayudan a entender la verdad y realidad de Dios.
Ahora bien, siendo Dios la Pura Verdad, y crea seres capaces de conocer, es lógico que Él quiera que esos seres le conozcan en la verdad total. Y es aquí donde entramos en lo que se llama la Divina Revelación que históricamente comienza con Abraham. Podemos decir que Dios, sin descuidar la creación, espera el momento adecuado y maduro para entrar de un modo patente por medio de este personaje en la historia humana, y que se convertirá en eje y raíz de la fe monoteísta en las tres grandes religiones: Judía, Cristiana e Islam.
Ahora bien, es en Abraham y por él que Dios promete que todas las naciones serán bendecidas (Génesis 22, 15-18). Y en Malaquías Dios anuncia que todos los pueblos le conocerán, y en todas las naciones de la Tierra se le ofrecerá un sacrificio puro y santo (Malaquías 1, 11).
Luego, la salvación no es exclusiva del pueblo de Israel, ni sólo a los judíos en particular, sino que era y es extensiva para todo el mundo, para todos los pueblos compuesto por seres humanos hechos a imagen y semejanza del Dios único y verdadero.
Ahora bien ¿cómo se va a dar esa manifestación de Dios que, lógicamente, va a revelarse bajo una sola y única verdad? Pues, la realidad es que Dios revele una sola verdad, la única verdad, para evitar la confusión y la anarquía.
Con los israelitas, específicamente con el pueblo judío, Dios establece una alianza la cual será renovada de un modo definitivo y eterno. Y es por medio del Mesías que Dios llevará a efecto y cumplimiento dicho Pacto. Y este Pacto será sellado de un modo que los judíos no esperaban se diera, más sin embargo, el profeta Isaías lo anunció de un modo claro y preciso (ver Isaías 52,13-53,12).
El hecho mismo de que los judíos lleven casi dos mil años sin realizar sacrificios mandados por Moisés en el Templo (pues éste ya no existe), debería ser para ellos un signo de que dichos sacrificios fueron suprimidos y abolidos por el Mesías, Cristo Jesús hacen casi dos mil años.
Luego este Mesías es quién nos va a revelar toda la Verdad Eterna que Dios quiere comunicar a los hombres. Verdad que es depositada en la Iglesia que Él fundó, la cual tiene la obligación de propagar y darla a conocer a todos los pueblo, por todo el mundo hasta el fin del mundo.
Prueba 2: "Me extraña que tan pronto hayan abandonado a Dios que, según la gracia de Cristo, los llamó, para seguir otro Evangelio. No es que haya otro, sino que ciertas personas han sembrado la confusión entre ustedes y quieren dar la vuelta al Evangelio de Cristo. Pero, aunque viniéramos nosotros o viniera algún ángel del cielo para anunciarles el evangelio de otra manera que lo hemos anunciado, ¡sea maldito! Ya se lo dijimos antes, pero ahora lo repito: si alguien viene con un evangelio que no es lo que ustedes han recibido, ¡sea maldito!" (Gálatas 1, 6-9).
Según las promesas de Cristo, el Evangelio será predicado por todo el mundo, para todos los pueblos de la tierra. Luego, esa predicación jamás será interrumpida. Por consiguiente, toda enseñanza y doctrina ajena a la verdad evangélica predicada y enseñada por la Iglesia fundada por Jesucristo, es totalmente falsa, aunque sus predicadores digan haber sido enviados por ángeles (como es el caso de los mormones).
Argumento C: Es un deseo expreso de Dios de que haya unidad de cuerpo en su Iglesia.
Prueba 1: "En realidad, ya han probado lo bueno que es el Señor.
Acérquense a él; ahí tienen la piedra viva rechazada por los hombres, y sin embargo escogida por Dios, que conoce su valor. Y también son ustedes piedras vivas con las que se construye el Templo espiritual. Ustedes pasan a ser una comunidad de sacerdotes que, por Cristo Jesús, ofrecen sacrificios espirituales y agradables a Dios" (1Pedro 2, 3-5).
Sólo en la Iglesia fundada por Jesucristo sus miembros, como piedras vivas, permanecen unidos bajo el abrigo y amparo de su único fundador.
Todos, como un solo edificio, creen en lo mismo, y viven una sola moral bajo un solo y único pastor.
Prueba 2: "Vino como evangelizador de la paz, paz para ustedes que estaban lejos, paz para los judíos que estaban cerca. Por él, en efecto, llegamos al Padre los dos pueblos en un mismo Espíritu. Así, pues, ustedes ya no son extranjeros ni huéspedes, sino conciudadanos del pueblo de los santos; ustedes son de la casa de Dios. Ustedes son la casa cuyas bases son los apóstoles y profetas, y cuya piedra angular es Cristo Jesús. En él toda la construcción se ajusta y se alza para ser un templo santo en el Señor. En él, ustedes también están incorporados al edificio para que Dios habite en ustedes por el Espíritu" (Efesios 2, 17-22).
Sólo y únicamente la Iglesia fundada por Jesucristo tiene como fundamento a los apóstoles del Cordero. Por consiguiente, la verdadera y única Iglesia de Cristo es la que históricamente puede probar su origen apostólico.
Prueba 3: "Les hablo como a personas inteligentes; juzguen ustedes mismos lo que voy a decir. La copa de bendición que bendecimos, ¿no es una comunión con la sangre de Cristo? Y el pan que partimos, ¿no es una comunión con el Cuerpo de Cristo? Como uno es el pan, todos pasamos a ser un solo cuerpo, participando todos del único pan" (1Corintios 10, 15-17). Sólo la Iglesia de Jesucristo es la que constantemente renueva la Alianza establecida por Dios con los hombres por medio de Jesucristo, y es perpetuada en la celebración de la Cena del Cordero. "Hagan esto en memoria mía", dijo Cristo en la Última Cena.
Prueba 4: "Del mismo modo que el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y todos los miembros, aun siendo muchos, forman un solo cuerpo, así también Cristo. Todos nosotros, ya seamos judíos o griegos, esclavos o libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un único cuerpo. Y a todos se nos ha dado a beber del único Espíritu" (1Corintios 12, 12-13).
Esta verdad bíblica nos da la clave para ver y señalar cómo debe ser la unidad en la Iglesia de Jesucristo. Aunque la Iglesia se componga de muchos miembros, todos deben estar unidos como los miembros del cuerpo que, aunque muchos, todos forman un solo ente.
El protestantismo carece de esa unidad que enseña la Biblia. Aunque se unan en concilios y cosas semejantes, doctrinal, moral y espiritualmente están divididos. Los ortodoxos, aunque mantienen cierta unidad doctrinal, existe división al mantener y fomentar las iglesia regionales. No hay unidad de cuerpo.
Sólo la Iglesia Católica Apostólica y Romana posee en sí misma tal unidad de doctrina, moral y espiritualidad, tanto en el tiempo como el espacio, que a pesar de sus múltiples e incontables grupos, movimientos, asociaciones, ordenes religiosas… todos ellos se mantienen unidos bajo la tutela de la Iglesia, y ello debido a que "hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un único cuerpo. Y a todos se nos ha dado a beber del único Espíritu".
Argumento D: Es un deseo expreso de Dios de que haya unidad de apostolado en su Iglesia.
Prueba 1: "Tomen el ejemplo de nuestro cuerpo: es uno, aunque conste de varios miembros, pero no todos tienen la misma función. Lo mismo nosotros, con ser muchos, formamos un solo cuerpo en Cristo, y dependemos unos de otros. Así, pues, sirvamos cada cual con nuestros diferentes dones. El que, por don de Dios, es profeta, hable cuanto le inspire su fe. Que el diácono cumpla su oficio; que el maestro enseñe la doctrina; el que motiva a los demás, que sea convincente" (Romanos 12, 4-8).
Prueba 2: "Hay diferentes dones espirituales, pero el Espíritu es el mismo; hay diversos ministerios, pero el Señor es el mismo; hay diversidad de obras, pero es el mismo Dios quien obra todo en todos" (1 Corintios 12, 4-11).
Prueba 3: "Así pues, Dios nos ha establecido en su Iglesia. En primer lugar, los apóstoles, en segundo lugar los profetas, en tercer lugar los maestros.
Después vienen los milagros, después el don de curación, la asistencia material, la administración de la Iglesia y el don de lenguas. ¿Acaso son todos apóstoles? ¿Son todos profetas? ¿Son todos maestros? ¿Pueden todos obrar milagros, o curar a los enfermos, o hablar en lenguas, o explicar lo que se dijo en lenguas? Ustedes, sin embargo, aspiren a los dones más preciosos" (1Corintios 12, 28-31).
Prueba 4: "Así, pues, Cristo es quien dio a unos el ser apóstoles, a otros, ser profetas, o aun, evangelistas, o bien pastores y maestros. Así preparó a los suyos para los trabajos del ministerio en vista a la construcción del cuerpo de Cristo. La meta es que todos juntos nos encontremos unidos en la misma fe y en el mismo conocimiento del Hijo de Dios, y con eso se logrará el Hombre Perfecto, que, en la madurez de su desarrollo, es la plenitud de Cristo. Entonces no seremos ya niños a los que mueve cualquier oleaje o cualquier viento de
doctrina, y a quienes los hombres astutos pueden engañar para arrastrarlos al error. Más bien, con un amor auténtico, creceremos de todas maneras hacia aquel que es la cabeza, Cristo. Él da organización y cohesión al cuerpo entero, por medio de una red de articulaciones que son los miembros, cada uno con su actividad propia, para que el cuerpo crezca y se construya a si mismo en el amor" (Efesios 4, 11-16).
Conclusión: Las pruebas bíblicas arriba citadas no necesitan explicación, puesto que son más claras que el agua. Sólo este manantial de verdad no podrá ser visto ni entendido por quienes estén prejuiciados contra la Iglesia Católica Apostólica y Romana. Es lamentable que verdades tan claras sean enturbiadas e ignoradas por quienes pretenden ser seguidores de la Palabra escrita.
Cuarta parte:
Afirmación VIII: Es una verdad bíblica que la Iglesia de Cristo jamás será vencida,...
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